Las carillas de porcelana , así como las coronas, se emplean en tratamientos de estética dental como solución para reconstruir una sonrisa dañada por alguna alteración en el color de los dientes,
permitiendo al paciente volver a lucir una sonrisa agradable.
En una terminología sencilla, una carilla de porcelana es una lámina más o menos fina que cubre toda la cara frontal del diente, adhiriéndose a ella mediante un tipo de cemento de resina. Al no
requerir de una intervención muy complicada o dolorosa, y al presentar resultados excelentes (en duración y aspecto natural), la colocación de carillas de porcelana es una técnica reconstructiva
muy demandada entre los tratamientos odontológicos estéticos, sobre todo en aquellos casos en que la reconstrucción de una sonrisa es más complicada. Muchos actores y actrices de cine, cantantes,
famosos y otras personalidades, ya han mejorado – sin que se note – el diseño de su sonrisa mediante este tipo de carillas.
Históricamente, la colocación de carillas de porcelana era complicada puesto que no se disponía de materiales que garantizasen una adherencia suficiente y duradera a las piezas dentales. Sin
embargo, la evolución de dichos materiales cerámicos y las técnicas que se emplean actualmente en su colocación (es posible adaptar perfectamente las carillas a distintas formas de caras
dentales)
El objetivo perseguido al realizar un tratamiento de estética dental es conseguir mejorar la sonrisa del paciente y, por tanto, el aspecto general de su cara. Existen varias ventajas de utilizar las carillas de porcelana para alcanzar este objetivo:
Mediante una carilla de porcelana es posible cambiar la forma de los dientes, su color e incluso su posición.
Pueden emplearse en casos complicados (no obstante, en casos de grandes apiñamientos de dientes, defectos en la relación de las arcadas dentarias o bruxismo, puede tener que descartarse el
tratamiento y el paciente debe optar por otra posibilidad, siempre con el correspondiente asesoramiento.
Se trata de un tratamiento relativamente poco invasivo ya que, al tratarse de láminas que se adhieren al esmalte dental, no es necesario modificar excesivamente la forma original del diente del
paciente tallándolo. Se ajustan perfectamente al diente cuyo aspecto se quiere modificar, por lo que no requieren de grandes alteraciones del tejido dentario.
A diferencia de las carillas de composite, las carillas de porcelana son piezas de larga duración. Ello no significa que no exista desgaste (todo elemento está sujeto a un cierto desgaste,
incluso los dientes propios) o que no puedan romperse nunca, como puede suceder con otros tratamientos. Las carillas de porcelana mantienen durante mucho tiempo el color, brillo y aspecto que
tenían cuando se colocaron (no se tiñen – por ejemplo con el vino o el café).
Una vez cementado la carilla, el paciente puede comer y hablar con normalidad.
La colocación de carillas de porcelana suele hacerse en únicamente 2 sesiones: una de preparación y otra de colocación. Sin embargo, en caso de que el paciente tenga problemas de salud
bucal (como presencia de caries o inflamación de encías), puede ser necesaria una sesión adicional para solucionar estos problemas previamente.
1ª Sesión: Preparación
El primer paso es, lógicamente, diseñar la sonrisa que quiere conseguirse en el paciente, para que ésta quede perfectamente adaptada a su cara y le proporcione un aspecto natural y
saludable. Se estudia el aspecto de cada diente, el color que se desea que tenga, la posición respecto a los otros dientes y respecto a los labios, etc.
Una vez se tiene el diseño de la sonrisa hecho, se procede a la preparación de cada diente del paciente para que puedan adherirse posteriormente las carillas de porcelana a ellos. Para
ello, generalmente es necesario quitar una pequeña capa de esmante dental. Asimismo, puede ser necesario definir la línea de la encía. La cantidad de esmalte que se elimina es reemplazada por la
carilla, por lo que el diente no pierde su tamaño original.
Finalizado el proceso de tallado del esmalte, el especialista toma una impresión de la boca del paciente. A partir de ésta, en el laboratorio se preparan las carillas de porcelana mediante
un moderno proceso de inyección o colado de la porcelana para que, cuando el paciente regrese a la clínica dental unos días después, puedan cementarse definitivamente.
Finalmente, en esta primera sesión, se fijan a la boca del paciente unos provisionales, generalmente de resina, que posteriormente se quitarán para fijar las definitivas.
2ª Sesión: Colocación
En la segunda visita del paciente a la consulta, se procede a retirar los provisorios y la colocación de las carillas definitivas.
Como se ve, es un tratamiento dental totalmente personalizado, que se realiza de forma artesanal.
La colocación de carillas de porcelana como técnica de restauración dental adhesiva es indicada en los siguientes casos:
- Problemas de color de los dientes debidas al uso de medicamentos (tratamiento con tetraciclinas desde la infancia), o por problemas como la fluorosis (causada por exceso de fluor en el
agua) . Estos problemas de tinción dental deben tratarse con carillas de porcelana sólo en los casos en que no sea posible efectuar un tratamiento de blanqueamiento dental, por ser dicha
tinción muy acentuada.
- Problemas de forma de los dientes: un paciente puede querer recuperar su sonrisa natural, o puede querer que se le diseñe una nueva sonrisa más estética, por tener dientes cuyas formas no
son ideales. Cabe citar, por ejemplo, los dientes que son más pequeños o con forma conoide que suele afectar a los incisivos laterales superiores; es uno de los casos en que más indicado es
el tratamiento con carillas de porcelana), o simplemente los dientes que se han fracturado por algún golpe, especialmente cuando la fractura se produce en un borde del diente (las carillas de
composite son también muy adecuadas para reconstruir fracturas).
Estos problemas de forma aparecen también en dientes que han sufrido un desgaste. Esto se da, por ejemplo, en personas con problemas de bruxismo)
Problemas moderados de posición de los dientes: un diente puede tener una posición en la boca fuera de lo normal (por ejemplo, con una inclinación hacia dentro o hacia fuera, o muy separado
de otros dientes – en cuyo caso se habla de diastema. En este caso, el uso de carillas cerámicas adhesivas es indicado cuando el problema no puede solucionarse con ortodoncia, o cuando se
desea conseguir la solución de forma mucho más rápida que mediante el uso de aparatos.
El tratamiento de cosmética dental mediante carillas de porcelana para solucionar cualquiera de los problemas descriptos, o cuando existe una combinación de dos o más de ellos (por ejemplo,
puede simultáneamente tratarse el cierre de un diastema y la restauración de un esmalte fracturado).
Sin embargo, también existen casos en que no es posible reconstruir estéticamente una sonrisa mediante carillas de porcelana. En concreto:
- Casos en que la salud e higiene bucal del paciente sea insuficiente.
- Casos en que no existe suficiente esmalte para adherir cada carilla de porcelana, o en que el desgaste causado por la acción de apretar los dientes es excesivo.
- Cuando el diastema es demasiado grande.
Por otra parte, cabe insistir en que existen alternativas para la reconstrucción de la sonrisa que no emplean carillas de porcelana sino carillas de composite, obteniendo en muchos casos
resultados también favorables. De nuevo se insiste en la recomendación de consultar con el especialista odontológico a la hora de tomar una decisión sobre el tipo de carilla a utilizar.